Es una de las instituciones más venerables del Derecho
Electoral mexicano. Nació en 1813, antes de que se promulgara la Constitución
de Apatzingan de 1814, fue en la Constitución de Cadiz de 1812, como se utilizó
la carta-credencial.
Cabe señalar que saber sobre la historia de la credencial de
elector, nació de encontrar en el archivo histórico-personal, -de la comunidad
de Santa Catarina Hueyatzacoalco-, una credencial de Comisión Federal de
Vigilancia Electoral, la cual, de acuerdo a los comentarios de los abuelos y
nuestros padres, muchos lograban votar muchas veces, e incluso, que se acuñara
la expresión que “hasta los muertos votaron.
La Credencial electoral
En el siglo XIX, las elecciones parroquiales o primarias, en
las que el ciudadano sufragaba en vivo, en asamblea, públicamente, al lado y
enfrente de otros; por lo que la corte de Cadiz de 1812, la credencial era sin embargo necesaria e imprescindible
para concurrir a las siguientes votaciones, de partido y de provincia.
Con la promulgación de la Constitución de Apatzingan de 1814,
para participar en éstas, el elector requería el testimonio de la elección
anterior, firmado por el presidente y los escrutadores de la casilla electoral
de la parroquia que lo había elegido; testimonio que le servía de carta-credencial
tanto para ser admitido cuanto para votar en la asamblea o junta de electores
encargada de designar al siguiente elector, o al diputado en su caso. Ese
sistema se mantuvo, con algunas variantes, hasta la ley electoral de 1911, por
casi un siglo.
En 1918, pasada la tormenta de la lucha armada. Antes del
cuarto domingo de junio del año de la elección, recibían una credencial de
elector que contenía los siguientes datos: entidad federativa, municipalidad, y
localidad correspondiente a su domicilio, distrito y sección electoral, nombre
completo y fecha.
Al reformarse la Ley de 1949 se agregó que la credencial de
elector, además de los datos generales anotados arriba, contuviera huella
digital, nombre y domicilio del elector. Debía estar autorizada con las firmas
de los integrantes del Consejo de Padrón y el duplicado, invalidarse con la
leyenda impresa diagonalmente: "no da derecho a votar". La ley de
1951 reprodujo en sus términos la reforma de la ley anterior.
Cabe señalar que en 1946, el Presidente Manuel Ávila Camacho
promulga la Ley Federal Electoral y crea la Comisión Federal de Vigilancia
Electoral, conformada por el Secretario de Gobernación y otro miembro del
gabinete, un diputado, un senador y dos representantes de los partidos
políticos con mayor relevancia. De igual forma, la Ley ordena la creación de
comisiones electorales locales y el Consejo del Padrón Electoral.
Pero en 1973, desaparece la Comisión Federal de Vigilancia
Electoral y, en su lugar, el Congreso de la Unión aprueba la creación de la
Comisión Federal Electoral. En este órgano participan con voz y voto, los
representantes de todos los partidos políticos con registro legal.
Finalmente, la credencial de elector con fotografía
nació el 3 de julio de 1992 como producto de la desconfianza, desde entonces ha
sido compañera de millones de mexicanos que cada año alcanzan la mayoría de
edad.
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